Enviado el 18/09/2008 11:11Mensajes: Usuario no registrado
Así no se juega
Alguien debería plantearse seriamente la posibilidad de denunciar esta nueva forma fraudulenta de hacer crecer una organización. Varios sindicatos de carácter nacional ha crecido en los últimos años al amparo de convocatorias de oposiciones que les ofrecían la coartada perfecta. Los apartados de méritos referentes a formación permanente y el nuevo "otros méritos", que al parecer se completaba con cursos no homologados, han sido todo un filón para dichas organizaciones. Sus listas de afiliados se han elevado como la espuma, ya que han utilizado una estrategia muy básica para que el opositor/a viera claramente que salía rentable afiliarse para hacer los cursos. Todo el mundo era consciente de la conveniencia de realizar estos cursos, puesto que el control de los mismos es casi nulo, con poco esfuerzo puedes hacer varios cursos de 110 horas, que a 0,5 puntos el cursos completen los apartados de méritos correspondientes, se ha trabajado en grupo e incluso ha nacido un nuevo mercado, el de la venta de respuestas por internet. Una auténtica mafia, y todo esto con la connivencia de una administración que lejos de detectar el problema ofrece más oportunidades de negocio ampliando las posibilidades de oferta de cursos con el nuevo apartado de "otros méritos" que antes citaba y que sin duda diversifica la oferta formativa de estas organizaciones.
Todo este tinglado no existiría si los clientes potenciales, es decir, los opositores y opositoras protestaran de manera organizada, se opusieran a esta trama de intereses, pero claro, el sufrido opositor bastante tiene con enfrentarse a un temario eterno, un sistema de examen injusto y desfasado, una competencia cada vez mayor y una incertidumbre creciente en el entorno en el que vivimos, agravada por la crisis.
Formación, sí, claro que es necesaria, para licenciados y diplomados, de manera permanente, no hay ninguna pega. Concurso de méritos, sí, es justa que a cada uno se le reconozcan sus méritos y éstos se fijen de manera negociada, pero consentir este desastre, no. Administraciones del país, abrid los ojos.